15 dic 2009
The Shaman as a Maker of Worlds: Creativity and the end of History
28 nov 2009
A falsa trégua
Cabeça cheia
De interioridade.
Tendo se desfeito
em
Milhões de pedaços -
Agora todos sendo
Reagrupados.
Pela força
Da designação e hábito
Ter
Dentro de mim.
Viver assim, tão pesado
Esmagando o mundo,
Sobrecarregado.
17 nov 2009
ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ
Chegou o dia em que ele não virá
Acostumei que não tenha cheiro
Materialidade
Voz, cabelo
Pele, olhar
Não existe, e ainda sim
Chegou o dia em que ele não virá
Acostumei a não ter notícias
Não perguntar
Nem espero que ligue, apareça
Me deva – o que quer que seja
E ainda sim
Chegou o dia em que ele não virá
Não sei do toque
Ou do gosto, ou beijo – Esqueci
Como se move e
O dançar
Nem rastros
Das lembranças
E ainda sim,
Que saudade!
Daquele que não virá
15 nov 2009
Feminismo part II – quando se ri da Antropologia, que ri de volta.
Sempre foi um problema tentar conciliar tudo que se quer ser. Porque poucas coisas conseguem funcionar simultaneamente. A antropologia e o feminismo não funcionam simultaneamente (quando se exige um certo nível de lógica). O Outro - aquele que com quem se forma ou contra quem se forma?
O Corpo dissolve a pessoa. O Cérebro não consegue suportar. Reúne, reúne. Esqueceu que é corpo e o escamoteia como instrumento. O corpo luta, luta. Um pensamento corporalizante possui diversos centros, no final das contas. Assim como um corpo que faz o cérebro pensar no seu ritmo.
Reunir antropologia e feminismo. Antropólogas feministas. O feminismo ri: sabe que o diálogo é sempre assimétrico e ao mesmo tempo possui interesses em comum com a categoria que pretende estudar. A antropologia ri: sabe que a própria base de uma separação é vida cultural comum. Feministas não podem criar essa distância com relação à própria sociedade. Os Antropólogos o sabem, pois estão como fora de outra sociedade.
Só uma força como a cerebral poderia exigir que Antropologia e o Feminismo fossem Um. E isso não exclui que ambas consigam funcionar ( noutra perspectiva) em plena jocosidade.
3 ago 2009
La judía
Poema final
y dos días
fui feliz.
Hace dos semanas
y 14 horas
me inventé un mundo mejor.
Hace 23 horas
y 35 minutos
la ginebra me dibujaba espejismos.
Hace 243 minutos
y 76 segundos
la puerta de mis dedos se cerraba.
Dentro de 2 minutos,
desde este segundo
que alargo y alargo,
decido no volver a escribir.
27 lug 2009
Dois momentos
14 giu 2009
Novos Filosofos.
Agora, com o Estado já indissociável da economia, falsamente esperado como um salvador, não nos resta mais nada alem de apreciar o desabamento descomunal do mundo globalizado. Mas... e depois?
Melhor dizendo, e agora?
A crítica-cri-cri não deixa de balbuciar apontamentos vãos acerca do fim do mundo que a gente conhece. Sem ao menos encontrar aí as fissuras de um possível. Completamente circunscritos nos limites da ontologia capitalista, cegos para o Fora do mundo que conhecemos. Ao menos não andam por aí pedindo “mais mercado, mais consumo”. De qualquer forma, é necessário, e já seguindo um fluxo ‘pós-moderno’ de pensamento, inclinar o devir para alem do capital, forçar a passagem para novos modos de ser, de existir, individual e coletivamente. Mas como?
Negri e Hardt, no livro Império, na mão dupla de evidenciar o novo regime de poder e de apontar as possibilidades de resistência, já trazem elementos consistentes para se pensar o que pode vir a ser. O poder constituinte da multidão abre um campo de efetividade das potencias dos corpos, a biopolítica. De modo que, enquanto ricochete da multidão, o Império já não passa de um vampiro parasita, e a ação coletiva pode se dar em diversos sentidos. O recurso conceitual que Negri e Hardt oferecem é de fato consistente. E extramente necessário.
Entretanto, é em Nietzsche que aspectos mais pontuais emergem para se pensar a potência.
No livro Ecce Homo, em Por que sou tão inteligente?, Nietzsche diz:
“Me interessa de maneira bem diferente uma questão à qual a ‘sorte da humanidade’ está ligada muito mais intimamente do que qualquer questão teológica: a questão da nutrição. A gente pode formula-la da seguinte forma para suas próprias conveniências: ‘Como é que deves te alimentar a fim de alcançares teu máximo de forças [...]’”.
Mais adiante, acrescenta a essa questão outras duas: lugar-clima e diversão.
Ou seja, três questões fundamentais para se pensar a potencia.
A relação que forçosamente estabelece-se aqui, é que para construir uma nova comunidade, novas maneiras de se relacionar e existir, é necessário também a construção de novos hábitos alimentares, novos critérios da escolha do lugar em que se vive, e também acerca da diversão.
Pode parecer extra-filosófico, ou nada crítico. Mas o que farão os críticos com o fim do capitalismo?
Não se pretende estabelecer qual o modo certo de se alimentar, mas talvez, apontar alguns critérios imanentes para uma vida afirmativa, a partir das três questões abordadas por Nietzsche.
13 giu 2009
La intervención social desde una perspectiva ateológica
¿Quieres paz espiritual y felicidad? Cree.
¿Quieres ser discípulo de la verdad? Investiga.»
Carta de Nietzsche a su hermana,
Bonn; 11 de junio de 1865.
En ocasiones, no somos conscientes de aquellos aspectos, inconscientes, que actúan como pilar en nuestra profesión. Nos movemos, sin pensar, por el camino trazado por instituciones, organizaciones, empresas…, nos centramos en el aquí y en el ahora (a la manera gestáltica), olvidando lo que fuimos y lo que queremos ser, y es que quien pierde los orígenes pierde la identidad 1 y quien pierde el futuro, su dignidad. Vemos, entonces, en este punto, un conflicto que se posa en el seno del Trabajo Social; nos perdemos en cuestiones relativas a la imposibilidad de hacer intervención, sin recordar lo fundamental: los factores políticos, sociológicos y culturales que impiden o posibilitan esta práctica.
Esperanza Molleda Fernández, en su artículo ¿Por qué decimos que «no podemos hacer intervención social»? 2, da pie a que nos involucremos teóricamente en la práctica de nuestra profesión, aún sin ella misma involucrarse, metódicamente, en los orígenes de aquello que se cuestiona, y aún menos, en la profundización teórica sobre el qué, el cómo, y lo más importante, el por qué debemos hacer intervención social. He aquí, en estas tres cuestiones, la involucración ideológica que se echa en falta a lo largo de este artículo.
Históricamente, la evolución del Trabajo Social ha sido la evolución de toda la sociedad occidental, obviamente, esto de forma genérica. El Trabajo Social nace de la mano, de la mal llamada, caridad cristiana, al igual que nuestra sociedad, nuestra cultura, está empapada de aquellos valores judeocristianos que, guste o no, impregnan toda nuestra existencia social, todas nuestras ciencias (bien es cierto la influencia de los valores judeocristianos en, por ejemplo, la medicina al negarse, ésta, entre otras cosas, a la práctica de la eutanasia) y, aún peor, todas nuestras certezas e incertidumbres.
La sociedad occidental se ha desplazado por un trayecto opaco teñido por la sangre de herejes, durante los dos mil años de su historia particular. Se ha desplazado de la mano del Cristo que amaba al prójimo mientras golpeaba a los mercaderes que malvendían sus productos en el templo 3, de la mano del Yahvé que prometía tierras a un pueblo elegido 4, negando ese privilegio al resto de pueblos.
El Trabajo Social surge de esta hipocresía judeocristiana; pero no todo está perdido. Somos seres sociales (y por tanto, influenciables), desde luego, pero tenemos la capacidad de variar esta sociedad y, aún más si cabe, capacidad de cambiar sus insostenibles e inconsistentes valores.
Pero aquí no acaba todo.
La política, es víctima y verdugo, también, de aquellos valores. Víctima como esclava de la cultura, a la que se somete sin réplica alguna y verdugo como poder coaccionador de ésta. Y aquí, en la cumbre de la política/ideología política, el Trabajo Social cobra su máxima relevancia, mal ejercida y por qué no, mal entendida: el trabajador social como soldado de una aparato estatal cuya búsqueda/fin es el amansamiento de la ciudadanía, el trabajador social que sucumbe al poder, que lo abraza, que no razona su posición, que no evoluciona, que no construye, que no crea el arte que algunos se jactan de señalar.
Se discute sobre la predilección (o la incompatibilidad) entre la intervención social y la gestión de recursos, no sobre el poder que permite ambas actuaciones. No nos interesa el por qué de las cosas, su procedencia, y por tanto, su esencia. Nos fijamos en lo banal, en las formas, cuando todavía desconocemos la estructura de esas formas.
Ahora, habiendo dado unas leves pinceladas sobre aquellos factores, anteriormente señalados, que posibilitan o no la práctica de la intervención social, abordaremos esta materia desde un aspecto meramente práctico:
Según Esperanza Molleda Fernández el objetivo de la intervención social “(…) es siempre producir cambios tanto en los sujetos implicados como en la situaciones sociales en las que viven en pos de la inclusión social” 5. En este punto, la autora, apunta también, que se obvia todos aquellos factores que rodean las situaciones de nuestros posibles usuarios. Bien es cierta está afirmación, que nos puede llevar a la creación de realidades parciales (y por tanto, erróneas) pero, a pesar de esto, no se nos propone una vía clara hacia la erradicación de esta grave, y a la vez acertada, acusación.
La autora vuelve una y otra vez, durante todo su artículo, hacia la destrucción de los aspectos que afectan, en la praxis, a la intervención social, dejándose en el tintero o quizás temiendo, tratar abiertamente la construcción de una nueva forma de intervención social.
La intervención social se asienta sobre la malformación de nuestros valores. ¡Volvamos, pues, hacia la construcción de éstos!
Nietzsche ya lo señalaba cuando trataba el nihilismo (ahora, en pleno auge) y proponía la creación del superhombre:
«Yo os enseño el superhombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo? Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de sí mismos: ¿y queréis ser vosotros el reflujo de ese gran flujo y retroceder al animal más bien que superar al hombre? ¿Qué es el mono para el hombre? Una irrisión o una vergüenza dolorosa. Y justo eso es lo que el hombre debe ser para el superhombre: una irrisión o una vergüenza» 6
Hemos de crear unos nuevos valores para una nueva sociedad, lejos de ésta que cae sobre su propio vacío existencial. Una nueva sociedad no basada en la simple y trivial sustitución de unos sujetos por otros (como bien nos hace entender la ideología neoliberal y de la que los trabajadores sociales occidentales nos tendemos a aferrar) sino en el pleno tratamiento (intervención) de los valores, de su esencia y de ahí, de su forma.
La intervención social no ha de ser un medio para la consecución de unos fines centrados en la necesidad-problema, más bien debería ser la pluma con la que tracemos un nuevo mundo, fuera de teorías marxistas, neoliberales, weberianas, fuera de la tercera vía; dentro de una auténtica lucha contra la antifilosofía 7, la antipolítica, la antisociología y, por qué no, el antitrabajo social (entendido a la manera de Michel Onfray) al que nos vemos abocados.
Para finalizar con la reflexión, es interesante tratar el tema sobre la dificultad de hacer Trabajo Social. Es imprescindible comprender todos aquellos factores externos e internos que afectan a la profesión y, también, pues somos (o seremos) profesionales expuestos al público, comprender la visión que se tiene sobre nuestro ejercicio teórico-práctico.
Desde mi punto de vista, hacer Trabajo Social entraña una gran dificultad. Es obvio que esta dificultad se deriva de las diversas individualidades que poseen nuestros posibles usuarios; cada persona es única, efectivamente, y por tanto, debemos comprender la flexibilidad de los diversos tratamientos a aplicar, ser conscientes de los efectos de nuestra intervención y, ante todo, de los deseos del usuario pero, aún así, sabiendo que el individuo deja de ser él mismo; adopta por completo el tipo de personalidad que le proporcionan las pautas culturales, y por lo tanto se transforma en un ser exactamente igual a todo el mundo y tal como los demás esperan que él sea 8.
De aquí, que debamos comprender todos los aspectos sociales, políticos, económicos, culturales de los usuarios, sabernos capaces de aceptarlos (que no necesariamente compartir con ellos sus creencias).
Y por último, y quizás siendo este punto el origen de toda mi reflexión, el Trabajo Social no sólo conlleva una gran dificultad en su práctica sino, más bien, en su teoría, la cual se basa simplemente en la práctica y no busca soluciones teóricas que vayan más allá de lo experiencial, que sobrepasen los límites de esta realidad.
1 Raimon. “El recital de Madrid”, 1976. Jo vinc d´un silenci: Jo vinc d'un silenci/que no és resignat, /d'on comença l'horta/i acaba el secà, /d'esforç i blasfemia/perquè tot va mal:/qui perd els orígens/perd identitat.
2 Esperanza Molleda Fernández. Cuadernos de Trabajo Social Vol.20 (2007): 139-155. ¿Por qué decimos que «no podemos hacer intervención social»?
3 Biblia. Nuevo testamento. Jn 2, 15: Jesús, al ver aquello, hizo un látigo de cuerdas y echó fuera del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; tiró al suelo las monedas de los cambistas y volcó sus mesas.
4 Talmud De Babilonia. Tratado Baba Metzia. Folio 114. Columna 2: Vosotros israelitas, sois llamados hombres, en tanto que las naciones del mundo no merecen el nombre de hombres, sino el de animales
5 Esperanza Molleda Fernández. Cuadernos de Trabajo Social Vol.20 (2007): 139-155. ¿Por qué decimos que «no podemos hacer intervención social»?.Pág. 148
6 Nietzsche, Fiedrich. Así habló Zaratustra. [versión digital]. Pág. 5.
7 Michel Onfray. Tratado de ateología. Ed.Anagrama. Barcelona, febrero de 2008. Pág. 37: La antifilosofía –corriente del siglo XVIII, cara sombría de las Luces que sin razón olvidamos y que deberíamos, no obstante, volver a analizar bajo la luz del presente a fin de mostrar cómo la comunidad cristiana recurre a cualquier medio, incluso a los más indefinibles desde el punto de vista moral, para desacreditar el pensamiento de los temperamentos independientes que no se entregan a sus fábulas-, la antifilosofía, pues, combate con violencia inaudita la libertad de pensamiento y la reflexión ajena a los dogmas cristianos.
8 Fromm, Erich. Miedo a la libertad. Ed.Paidós, 2006. Fromm, miembro de la Escuela de Frankfurt hasta finales de los años 40 y uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica.
Confissões
Me diz o que te vem à mente, o que você quiser.
Eu dormi mal. Há algum tempo que durmo mal.
Eu nunca soube começar um assunto assim, do nada. Mas quando você está pagando pra alguém te ouvir, o melhor é começar a aprender. E a gente sempre se força a pensar em algo fundamental. Ele diz que não é necessário, mas você sente que o é só pela maneira como ele seleciona, da sua fala, o que comentar.
Eu dormi mal, sabe. Fico muito ansiosa, penso em várias coisas ao mesmo tempo. Parec...parece que não posso controlar. E vem uma angústia. É horrível estar sozinha em alguns momentos;
Ele está lá te ouvindo, e de repente te interrompe. Faz uma pergunta com um ar misterioso, quer saber o que é estar sozinha para você. E você diz o mais óbvio. Eu digo o mais óbvio: é estar sem ninguém ao seu redor, em silêncio.
Mas ao mesmo tempo você não gosta muito de gente, disse que se sente invadida pelos olhares.
Eu adoro me sentir sozinha. Há solidões e solidões, gentes e gentes.
Para mim é muito claro que quando gosto de estar sozinha, não gosto de estar com outras pessoas e quando quero estar com os outros não quero estar sozinha. Que a solidão quando você está prestes a se jogar não é a mesma daquela que se sente quando nadamos. E que estar em companhia de outros que estão vivendo, trabalhando , enfim, na vida, não é o mesmo que estar no mesmo ambiente com aqueles que te violentam a cada olhar.
Mas você gosta ou não gosta de gente, de estar sozinha?
É horrível estar sozinha em alguns momentos; mas eu também não gosto de gente.
Ele adora que eu me posicione com relação às pessoas, aos sentimentos, à mim mesma. Eu posso me posicionar, mas não sempre da mesma forma.
Me fala do seu tio.
Ele é um ignorante, é surdo, prepotente, ao invés de pensar que não está escutando, pensa que os outros não estão falando direito.
Mas você não disse que age dessa maneira?
...
Sim, eu ajo de muitas maneiras. Ajo como minha mãe, meu pai, minha irmã, meu cachorro, ajo inclusive de maneira muitíssimo parecida à pessoas que eu nem mesmo conheço. No mais, vez ou outra meu comportamento parece com o de uma batata. A analogia entre o meu tio e eu. Ou eu e o meu pai. Para não ser eles eu tenho que ser o oposto deles? E se for o oposto deles, não os estaria imitando da mesma forma?
É, ajo sim. Como o meu tio.
Hum, interessante.
Será que ele acha que me fez ver alguma coisa? Uma contradição no discurso? Porque já percebi que uma contradição no discurso é sinal de problemas ainda não resolvidos. Psicanalistas parecem levar a sério o tal do terceiro excluído: virou até questão de cura.
Eu achei maravilhosa aquela frase que você falou na sessão passada, que o cachorro estava em todos os lugares. Você vê? Ele está em todos os lugares e você se sente sem lugar.
...
Vou trazer aquele demônio pra morar com ele por algumas semanas. Duvido que ele consiga ler Lacan com aqueles latidos constantes: e vai provavelmente desenvolver o mesmo problema da ausência de espaço.
Meu ex era psicanalista.
Não se preocupe, comigo você não terá os mesmos problemas que teve com ele.
Claro que ele pensa isso. O cachorro é a minha família, o meu tio sou eu, e ele também teria que ser alguém – no caso, o meu ex.
Não me preocupo. Meu problema com psicanalistas é anterior a isso.
6 mag 2009
Los sueños rotos
o rompidos, como decía mi abuelo,
son los sueños que se vacían
como una caja de cerillas
que se deshoja sin prender.
Aunque sé que no podría describirlo
exactamente
pero, a veces, alcanzo la perfección
de la inmundicia de los barrios
y voy acertando
entre verso y beso
con una de mis manos
a ese mus de cielo incierto
cuyos cerdos se sientan
en tronos de fango.
En cambio, otras tantas,
se me tornan las palabras en recuerdos
y pesan los caminos,
y pesan las venganzas:
sin saber cómo ir apagando
las velas que se desmoronan
en los pucheros de las calles.
Encontrado, a veces,
y a veces, entrompado
en el desván del alma de la cama
cuando estás
y cuando sé que podrías estar,
y sé que no es lo mismo
porque miro a un lado y a otro,
y miro, y miro, y me canso de mirar
al teclado que pulso,
a la pantalla que me odia
de tanto odiar.
Y bastarda asesina,
por mucho que engañe con versos,
por muchos escalones que me lleven
del cielo al sumidero;
por todo mucho y por todo poco,
sigues sin estar.
21 apr 2009
Feminismo part. I
28 mar 2009
Roberto Cardodo de Oliveira e Ítalo Calvino
Tanto em A palavra escrita e a não-escrita, Ítalo Calvino como em O Trabalho do antropólogo: olhar, ouvir, escrever de Roberto Cardoso de Oliveira, está posta a existência de dois mundos que se relacionam, mas que nunca chegam a se identificar completamente: o mundo da escrita (ou “ estar aqui”) e o mundo não escrito, o vivido (ou “estar lá” e a conseqüente utilização das faculdades da percepção).
O mundo real –não-escrito – é aquele cujo âmbito é o do inesperado, do caos, no qual as coisas efetuam-se sem conexão lógica, sem temporalidade definida e sem relações de sentido. Se fosse possível olharmos esse domínio livres de nossas “representações coletivas”, provavelmente não veríamos mais que fluxos de acontecimentos e seríamos constantemente atingidos pelo repentino e pelo impremeditado. Calvino mostra indícios dessa incapacidade de apreensão absoluta do real a partir das frestas no sentido que o cotidiano talha quando comparamos seu turbilhão de acontecimentos com o monolítico textual: constatação simples, bastando tirar os olhos do papel e “descobrir um mundo bem diferente da página escrita” 1.
O texto, por sua parte, é baseado em uma linguagem – a palavra escrita – que possui seus mecanismos próprios, sendo as relações entre significante e significado e entre um signo e outro estabelecidos de maneira relacional e arbitrária, tendo peso nulo a suposição de uma afinidade essencial e de natureza entre o signo lingüístico e o referente. Ao escrever sobre o real e ao contarmos uma história (fictícia, jornalística ou científica) que organize o que vemos, usaremos sempre essa linguagem e é através dela que o mundo terá sentido. Decodificamos, então, a realidade porque utilizamos mecanismos cujas regras já estão estabelecidas e, baseados nelas é que podemos extrair a realização de experiências, a criação de conceitos ou de imagens. O mesmo seria impossível caso esperássemos que fosse o mundo aquele responsável pela criação de referências próprias, tendo em vista que sua matéria é caótica e não possui indícios de intencionalidade.
23 mar 2009
hablar en un tono adecuado
cuando un drogodependiente
es un yonas
y un PSH
un vagata.
Comentar cosas como
“la heroína destrozó su vida”
cuando sé que fue el jaco
aquel que no le dejó en la cuadra,
cuando ninguna penitenciaria
hace estragos en los reos
sino que el boqui le quemó
los cojones con una vela
a ese gitanillo que bailaba
fandangos sobre las nubes
del estaribel.
Me toca la polla pensar
en proxenetas que recuerdan
a los psicólogos de la vieja Europa;
en cambio, un chulo me evoca
a la bala pendiente que tengo
para reventar cabezas a sangre fría,
sembrar justicia entre las putas
de Montera y La Puebla.
Me quema lo políticamente correcto,
en el momento en que la política y sus esbirros
vierten sangre de tomate frito en los periódicos,
en el instante en que encienden fuegos
sobre leña mojada.
Me cansa lo socialmente correcto y sus borregos
cuando tachan de incorrecto y vulgar mi vocabulario,
y usan su exquisita terminología y su arrogante división humana neocapitalista (jodidos hipócritas que hablan de Marx en el almuerzo)
Y es que, tronco, me parto la caja
de tanta palabrería y de tanto cambio,
de redes y nódulos castellianos,
si ni siquiera tenéis huevos
a mojaros y olvidar tanta mierda técnica
y decir que un yonkarra, un drogodependiente,
una puta, una persona sin hogar,
no es más que tú y yo,
un dulce y arrogante ser humano.
6 mar 2009
cada canción que te regalé
en mi monedero de Guevara?
No entiendo el por qué
de estas cosas;
busco y rebusco y nada,
¡no lo encuentro!
Será que anoche no dejaste
ningún suspiro en mi buzón,
que al entrar por la puerta
sólo oí el “¿qué tal?” amargo
de mi padre,
que aún viajo para no encontrarme,
que mi mora se pudre de asco y vida
en la Ciudad Luz.
No entiendo qué sucede
cuando sólo pienso en el sudor de tus labios,
cuando deseo la enfermedad
a cualquier atisbo de humanidad,
cuando quiero encontrarme
con el gris de tus ojos
en ese feo local verde
de geranios y radios rotas.
Me arden los dedos
por no versificar mi tratado
ateológico, mi pequeña y dulce
revolución.
Ese mundo mágico
en donde las praderas
aparecen partidas
y en donde una rosa no sea una mujer
sino un ridículo chocho arrugado.
Y, fíjate, que ya me lo dijeron
los jóvenes poetas:
la poesía actual sale de la mierda,
y dale que dale, que a mí me sale
de la bragueta.
Pero a medias, eso sí,
mitad para un pene de carbón,
mitad en busca de la percha
donde guardas cada noche tu corazón.
Una bonita percha de madera,
color ocre y olor a almendro,
con la textura del niño que no despuntó tu vientre,
con el sabor a sal de la playa
donde nunca bailé para ti.
Y es que no puedo,
¡no puedo!
Ni escribir los versos más tristes esta noche,
ni el último verso que te escribo.
Y es que me muero
¡me muero!
porque lloro y escribo,
como un compás dando vueltas
sobre una papel en blanco;
dando vueltas
sin ningún sentido.
5 mar 2009
Poesía
sonreir en el desván de los sueños,
despertar en un somier de Bod Zizhigu.
Mi poesía es obvia para todos y anónima para mi mente,
André Breton cantando bajo la lluvia,
Kavafis buscando caminos.
Mi poesía es el mundo y el espacio,
un corazón sin orbita,
un rey destronado.
Mi poesía es paz y guerra,
un Bhodhisattva drogado,
un pico de jaco en mi brazo.
Mi poesía no es poesía,
es un cuerpo flotando,
la savia de los labios
sin los labios,
no rozar las pieles,
morirme en los abrazos.
2 mar 2009
Avariada
alguma peça saiu do lugar
Perde-se o mundo equilibrado que ela engendrava,
clitóris apita cabeça chacoalha imóvel
braços e pernas convulsionam por dentro
Não há reconhecimento do ao redor porque os limites
do ponto de vista se voltaram para dentro.
Estou ossificada e a dureza é também agonia
Ouço barulhos, sonidos vindos do interior e
que me assustam como se não fossem eu
É porque agora me volto para fora
como se estivesse desatenta a mim mesma
Sempre a espasmos; queria que alguém me esticasse
estou contraída, inteira.
20 feb 2009
porco-espinho
Danço e conquisto o macho. Danço e conquisto a fêmea. Danço e torno-me o outro. Elevo a alma ao abismo e arremesso o corpo como um bom suicida entorpecido pelo desejo de morte. Torno-me o outro e morro. porém vivo. vivo sigo dançando. Somos todos serpentes. Não há Eva que não se torne deus. Minha carne expele o odor do mundo. E o mundo por sua vez a corta e a faz apodrecer estendida ao sol. Danço sob o sol.
Traço as zonas infinitas do meu corpo. Há sempre uma a traçar. Os orifícios e os terminais de angústias impedem qualquer absorção. Estão cheios de merda! Mas insisto em rompê-los. Preciso trair o mundo dos homens. Preciso sentir as folhas da relva. Cheirar a inocência daqueles que ainda me amam.
o que é ação na alma é também ação no corpo. o corpo não é mais que a alma e a alma não é mais que o corpo. o corpo seduz a alma cede o corpo cede a alma seduz o corpo cede a alma cede o corpo seduz a alma seduz. a garganta seca. a luz cai em devaneio. já não posso mais enxergar e não me preocupo com isto.
19 feb 2009
Has de saber
cuando callas
y frunces, así, los labios,
como si tratases de lanzar
pompas de metal
por encima de las nubes.
Y piensas, de repente,
tonterías que a veces son versos
que nadie se atreve a soltar
porque la gente, y tú bien lo sabes,
no asume el riesgo
de desaprender a vivir
y de ser poetisa en la inmensidad de la noche.
¿Acaso crees que todo es casualidad?
Espero a tus dedos para entender que no es así,
a la intensidad de luz lanzada por tu gamuza
para borrar de mi puta cabeza la idea de fugacidad,
que me persigue por las ciudades a las que huyo.
Podemos demorarnos tanto tiempo
en libar el jugo de las baldosas,
en besar los dibujos que forman las palabras
que no consigo recordar.
Podemos tomarnos una copa
en mi casa y bailar, nomás.
Y no te preocupes por arrancarme
el cigarrillo de mi boca,
que aún tengo pulmones
para succionar las penas
del fondo de tu pelo.
Has de saber, vida tuya,
y puede que ya sepas y no debieras,
que me vence la adicción más pura,
que deseo el verbo más que al mundo,
las cicatrices más que un puñal.
Has de saber, vida nuestra,
que no soy para ti ni para mí,
que soy para una hoja,
para miles de hojas incapaces de volar,
imposibles de escribir.
16 feb 2009
Passagem
Sensação como se houvesse vírus
De repente começo a me transbordar
Justapõem-se camadas e camadas
num desenvolvimento incontrolável
movimento lento, que se me distraio
não consigo mais sentir.
E corpo e pensamento crescem,
adiantados,
Dilato, dilato, e sobre o que aumenta
não terei domínio, jamais.
se acaba de nascer ou se já estava ali
13 feb 2009
Falar com o Muro.
é terrível falar com o muro.
não só pelo fato de que ele não vai ouvir. mas também pelo fato de que ele não vai falar nada.
antes, o que é pior, a sensação de ser completamente incompreendido. É como falar com o muro.
Falar e não ser entendido. não um mal-entendido. o entendimento algum. Talvez os ouvidos, talvez a voz, ou a fala. Talvez a quem se fala.
Aqui a imagem do louco no hospício, que diz, diz, diz, e para o psiquiatra ele não diz nada. ou se diz, diz loucuras! diz aquilo que somente atesta sua loucura. diz o que já está decifrado de antemão. diz o já ouvido.
mas nunca se diz a mesma coisa. até nas repetições “patológicas” de uma mesma palavra; a emergência nunca é isolada do que acontece ao redor, antes e no ato.
Mas ainda, gritar no mundo dos surdos. Não no sentido de que haveria algo a ser explicado, ou expresso. Mas, talvez, simplesmente a ser ouvido. Palavras divinas?
O muro não é só muro. além de dividir dois lados, criar um dentro e um fora, acaba por servir de proteção a uma das faces, a um dos lados. De maneira que, do outro lado, existiria somente as forças da destruição - toda uma mitologia nasce aí. Tanto o muro literalmente, quanto o muro enquanto circunscrição ou delimitação.
Falar com o muro. Ninguém de dentro fala com o muro. é antes aquele que está do lado de fora que diz algo. não porque precisa falar, mas talvez porque os de dentro precisem ouvir uma voz do exterior. e como geralmente estes nunca ouvem, de fato alguns andam por aí falando com o muro.
11 feb 2009
Microcosmos surrealista
A lo lejos, Escalones que de tantos pasos fue deshaciéndose entre la maleza del arte inútil. Su inutilidad sólo respondía al mero espacio de utilidad para el que había sido elegido. Estúpidos ornamentos vacíos de ornamentación.
(Todos allí rezaban la oración del desfallecido)
Apareció Mujer despeinada, Camisa desnudada, Tanga ennegrecido. Altavoz se reflejaba en la celulitis de su trasero jadeante, ansioso de aquellas manos que rozó hipócritamente cuando los volantes aculturales del alcohol, viejos drogadictos (sin valor de encontrar al unicornio bolchevique), jugaban sobre danzas de putas adolescentes.
Cada mano que golpeaba sus pechos deslechados arrancaba las simientes de Antenas incomunicadas de nostalgias. Triste reflexión de Mujer deshilachada.
Hombre, tal vez Sinhombre (o Deshombre), poco tenía de tantas apuestas al Póker insurgente en el que aglutinaba los vómitos descerebrados de Papeles. Tal vez relampagueó un día entre la catarsis de un sapo en posición fetal.
Pocos vagabundos lo juran, pero así era, nadie en Vagones había conseguido antes arrancar los chicles pegados a Asiento.
Y allí estaba Sinhombre, detrás, escrutado por la mirada lasciva de Lavadora y sus roedores amigos, sintiendo como el bello azabache de la espalda de Mujer se erizaba ante la repugnante ausencia de asesinos a sueldo entre sus piernas.
De pronto se hizo silencio un instante que pareció eterno (a la argentina), nada susurraba en el denso aire de Sótano, el tiempo estalló en mil Plumas de horizonte…bim, bam, bum (Charlie Parker).
Cuerdo como Sinhombre puede ser, expulsó su violenta decapitación animal royendo su empalagoso trasero celulítico. Mujer, examinando a Lavadora que platicaba con sus pecados, descendió del letargo.
Hastío, odio visceral, ahogo transversal…
Y en el atisbo de los labios de la muerte, la sonrisa de aquella que aún aspira a besar la libertad.
10 feb 2009
Carta a un olor del autobús
Iba escuchando música cuando de repente, así, nomás, ha sucedido. No me importa mucho de dónde o de quién provenía aquel olor: hay cosas que no merecen la pena averiguar.
Luego, te he tocado. Primero, tu chaqueta negra (que siempre me gustó y puede que nunca lo confesara) y después el “palestino” roído que te regalé.
Estábamos en Plaza de España. Sé que íbamos a tomar café porque, aquí, hace un frío de mil demonios y el “Jamaica” (por donde pasara Pedro Almodóvar) está cerca y, aunque, sea poco, sirve de refugio durante un tiempo. Más tarde, comeremos en el chino (ya han marcado las 20:30 p.m. y empiezas a tener hambre). Pediremos arroz y tú, quizás, pidas alguna sopa que te saque el frío que se te ha metido en los huesos; yo no tengo hambre, pero comeré igualmente (casi nunca tengo hambre).
Saldremos de allí como entramos: congelados de frío y dándonos la mano porque siempre he sido un romántico y esas cosas, por mucho que uno lo quiera evitar, se sienten y no se pueden arrancar de las entrañas.
Me hablarás sobre sociología y me explicarás las teorías de Deleuze y otros tantos, mientras me ves asentir con la cabeza y hacer breves comentarios (breves, muy breves) pues siempre ibas uno (o más bien dos) pasos delante de mí en esos temas (y en otros tantos que no nombraré). Nunca supe mucho de nada, no hay que engañarse.
Terminaremos nuestro recorrido dentro del “Bukowski”: dos copas de Red Lable y luego otras dos y luego a la calle a por cerveza y luego más y luego haremos nada para dejarnos hacer el uno al otro y luego siempre con el luego. Y mientras, tú me sigues hablando y yo escuchando (“bienaventurados los que no tienen nada que decir y se callan”). Y hablas y yo miro como se mueven tus labios al expulsar las palabras. Y te sigo mirando y tú vas dejando de hablar.
El autobús ha llegado a mi parada y me tengo que apear. Y tu olor, se quedará allí metido para continuar su camino de ida.
Y subiré las escaleras de mi casa y me ducharé y cenaré y escribiré palabras sin sentido para no pensar. Y tú habrás callado porque tu olor se fue en un autobús y tu cuerpo en un avión. Y yo callaré porque no te seguí en ninguno de los dos transportes, porque preferí perderme en amores que aún no llegaban a luchar por la idea nihil que tú representabas. Daba igual si vencía en esa lucha o no, lo importante era luchar pero decidí bajar del autobús y no perseguirte en el aeropuerto.
Y me quedé con Madrid y Madrid se quedó conmigo ( y yo soy Madrid, como un día escribí), a los que abandonaste por mil ciudades más; ciudades plagadas de ideas, de las que ésta carece: Sao Paulo, Araraquara, París, luego a Napoli. Y más ideas y más ciudades.
Y Madrid sola y David solo. Sin ideas porque en esta ciudad (y este país) nunca encontrarás una sola idea que merezca la pena: ni un escritor, ni un sociólogo, ni un antropólogo, ni nada digno: sólo sentimientos.
Madrid sola con sus sentimientos y David sólo por el sentimiento (¿o era la idea?) que se le perdió.
5 feb 2009
Los números de la soledad
es un dos sin tres
cuando me quedo al viento
prendiendo una llama de quimeras
que desaparecen cuando nadie aparece
y que me atrapan en las escaleras
cuando me quedo perdido.
Mi soledad no es solo,
es solamente el gris del pulmón,
un trozo de papel de arroz
regado por la sublime añoranza
de barricas de olmo.
Empapar los cantos de sirena
con lágrimas moradas.
Mi soledad no es mía ni para mí,
son las 21:32pm
cuando vuelvo cabizbajo, derrotado,
cruzando un semáforo en verde
frente a un millón de asesinos abanderados
que discuten sobre patriotismos
y la homosexualidad de Sócrates.
Mi soledad es un sinser,
un abanico sin abrir
que despuebla quimeras,
que te destroza.
Mi soledad es rezar a los vientos,
fundir mis manos en los sueños,
prender la llama de los días sin besos.
4 feb 2009
La muerte de los poetas
Si te paras un segundo, entre el tumulto de la gente y los ruidos de los coches, podrás oír un ligero silencio en su honor. Es casi inaudible y casi, sólo casi, todos seguirán caminando sin pararse a escuchar. No te preocupes, lo muerto, muerto está.
Ya no habrá amores que traspasen el tiempo, ya no habrá guerras ni cánticos a la libertad, no habrá elefantes que bailen flamenco sobre un contenedor ardiendo, ni soledad, ni tristeza, ni hastío. No habrá dolor ni venganza, ni muerte, ni eternidad.
Y es que esta noche los poetas han muerto.
Ya no te podrás angustiar porque no hay angustias que relatar. Hemos perdido el pasado, el presente y el futuro; ahora, no somos nada.
Sólo queda un canto de vacío que se perderá cuando tus ojos dejen de parpadear
EL camino de Tristán
Beirut era cementerio de los perdedores, de los que una noche de febrero o de marzo (cualquier mes es irrelevante) amarraron una copa de whisky y brindaron, orgullosos, por el deshonor de sentirse únicos en un mundo de hipócritas (hipócritas derechistas, hipócritas progresistas), por la razón de no saberse con la razón, y de ahí, ser Razón.
(Beirut como deformación de nuestras esencias)
Y ¿por qué pensarlo todo y pensarme siempre?
Tristan en el centro del mundo, como una gran discoteca llena de penes sangrantes.
Tristan el neutral.
Tristan que no es Tristan (ni Mariel, ni Trotski, ni Harry) porque se desdibuja así mismo.
Tristan el que está perdido porque cree que es el único fin para encontrarse.
Tristan y más Tristan (y más Mariel y más Trotski y más Harry).
En el centro del mundo
Odia a quien odia y por todos es odiado (y olvidado).
Es el destino, que no existe, y que se ha trazado.
Pierde siempre porque teme perder una parte.
Nunca pudo formarse en ideología alguna, le repugna todo lo que es verdad.
Siempre cuestionando: esa es la idea.
No quiere estar por miedo y a la vez no quiere dejar de ser.
Y al fin… sólo se queda con el Fin.
26 gen 2009
Faça do seu psicanalista um escritor.
Martin Gaite, Nubosidad Variable
De fantasiosos que eles/as já são a literatos que poderão vir a ser.
Problema
***
Como ele agencia os próprios afetos? Pois todo investimento cria uma rede. Toda pessoa condensa seus próprios pontos, constrói suas intersecções. Como funciona aquilo que o faz desejar tal e tal coisa? Como ele lapida o próprio desejo? Como o desejo o lapida?
Não me dou respostas, mas faço perguntas que cada vez mais me aproximam daquilo que eu realmente quero perguntar, como se a resposta da pergunta fosse, afinal, uma pergunta melhor feita, com mais de mim, como se ela fosse a teoria da pergunta ou a pergunta como teoria.
Petit Matin
Eu sei eu sei que ele me ama. A culpa não é dele, ele tenta fazer o melhor. Eu não penso nada. Beijo na nuca, ele coloca as mãos nos meus ombros. Acho que ele quer tomar banho, mas também mostrar que me ama. “Ainda estou com fome”.
Depois de comer o pão, beijo no pescoço. Não olho para ele, não tenho o que dizer. Será o fim? O que eu sinto? Eu o amo? Ele me deixa sozinha. Será que ele me deixa sozinha? Ele sai do banheiro, entra no quarto e senta na cama. Eu de costas para ele. Sinto-o, como a lembrança de alguém que não está mais presente. Ele não existe. Entretanto não quero ser indelicada, quero mostrar que o amo, não fazer drama. Volto-me e o encaro; não consigo sorrir, nem pensar em algo para dizer. Meu deus! não quero que ele pense que não o amo.
Ontem: “se você tiver algum problema, você me fala?” “mas nem sempre que eu tenho um problema eu sei que tenho um problema. O problema é esse.” Qual será o problema agora? Ele pergunta se vou ao jantar dos amigos com ele. Digo que não, faz frio. Ele diz que o aquecedor estará ligado, que haverá muita gente no mesmo quarto, que tudo isso mais o vapor da comida cozinhando vai fazer com que o ambiente fique mais quente. Ele quer que eu vá. Será que eu quero ir? Será que eu quero vê-lo? E aos amigos? Será que é ele os problema ou sou eu?Olho para o rosto dele, ele me ama, está tentando criar um vínculo, me deixar feliz. Sabe que alguma coisa não está bem.
Talvez eu não queira mesmo ir ao jantar. E se eu estiver de mau-humor? Não vou querer falar, e se eu vestir minha cara de deprimida, vai ser ridículo. Mas pode ser bom, pode ser que eu me divirta; lembro que a última vez que saímos, os amigos dele me agradaram muito. Mas será que hoje eles me agradarão? Porque se tudo está diferente, isso também pode estar. “Espero que você venha” Beijo, beijo, abraço, beijo. Onde eu estou para receber esses carinhos? Se eu fecho os olhos, ele desaparece, como que apagado de um desenho. Ou será que fui que deixei de existir?
24 gen 2009
Eu-Gaiola II
eu não pulo,
O que pula
de mim?
E se eu pular,
o que de mim
vai ficar?
***
Onde é o chão
para onde eu quero ir?
Eu-Gaiola I
eu posso me esconder de mim
Como Como Como
destruir meu núcleo duro
Não escrevo porque (?)
Quero criação
Não fuga da morte.
***
Eu quero meu corpo de volta
que ele não se separe de mim
que ele não se misture em si
que meu pé não se sinta como mão
que ele não resfrie, não esquente
ter de volta o controle dos meus olhos
que as coisas tenham, normalmente,
foco.
***
Por que olho para a janela
Por que minha cabeça pensa
Por que comanda a minha vontade
Medo medo medo
da minha vontade
De, no fundo, não querer.
***
As coisa têm sentido
mas não têm ordem
eu quero um universo
sem fraturas.
****
Não existem palavras em mim
Quero desenhar o que penso
(ou como penso)
Mas meu pensamento é só névoa
De repente, não tenho nada a dizer
No entanto, quando me distancio
do papel, da caneta, do carvão
encontro um mundo, em mim,
todo povoado.
Resto do tempo, nada.
Como consegui criar um deserto
dentro de mim?
Entretanto, nele não reinam calma
nem tranquilidade. Lento amargor.
Porque dentro algo pulsa e incomoda o vazio,
alertando-o de que não é desejado.
Anseia por uma referência e reclama
contra a esterelidade.
Fuzilamento
Mesmo não o amando eu ainda o amo. Porque enquanto estamos deitados na cama, ele de cueca e eu só com a calça e as meias, mesmo pensando “acabou, acabou, acabou...” eu penso também nas cenas do filme que eu rodaria e que dedicaria à ele, cinema para tentar explicar o que estava acontecendo. Seria um longa autobiográfico. Um casal. O homem se parecia fisicamente com ele – branco, cabelos e olhos escuros – mas achei que a protagonista talvez devesse tender mais para o primeiro mundo. Talvez branca também, cabelos lisos. Não gostaria que fosse muito parecida comigo – óbvio demais.
Na cama eu ainda não havia pensado na primeira cena, mas uma delas, ao longo do filme, será de nós dois como estamos agora: deitados, o rosto dele muito perto do meu, eu só podendo ver o olho esquerdo dele. Tento memorizar bem a linha do seu rosto, ela separa o rosto dele do resto do mundo e do olho, o exterior se distancia por apenas alguns centímetros. Da parte convexa da linha ondulam alguns fios de cabelo, grossos. Baixo um pouco a vista e vejo muitas cobertas para nos proteger do frio. Ao movimentar um pouco o rosto sinto o gosto de lágrimas e por alguns segundos fico feliz pensando que ele chora, que notou algum problema. Mas logo percebo que as lágrimas são minhas, que choro baixo e silenciosamente, envergonhada. Quero decorar essa imagem porque penso em desenhá-la, mas penso também que ela será a cena do filme que farei – provavelmente uma cena da nossa vida que ele também não viu. Ele está com os olhos muito abertos, talvez um pouco frustrado por sempre chegar em casa feliz e disposto a me amar e jamais receber uma resposta positiva da minha parte, encontrando constantemente uma pessoa que vê problemas em tudo, insatisfeita. Eu sei que hoje ele queria ter feito amor. Convidou-me para deitar, fez massagem, beijos, beijos, beijos, tirou a camisa. Durante a massagem eu falei que tinha um amante. É verdade? E se fosse verdade, o que você faria? Eu ficaria triste. Você choraria? Não sei. E massagem, você faria a massagem? Não. Por quê, o que a massagem tem a ver com o fato de eu ter um amante? Eu perderia a vontade. Um, dois minutos. Eu não tenho um amante, pode se sentir seguro, tranqüilo, tranqüilo para trabalhar; enfim, pode me amar pois não tenho um amante. Mas que eu queria dizer é que para ele, como para todos os homens o amor depende disso: depende do quanto eu sou eu sou fiel e de quanto eu o deixo calmo para ele fazer as coisas que ele gosta – seja trabalhar na bolsa de valores, seja fazer arte ou filosofia. E ele: é mais o contrário, não é que eu te ame porque você não me trai, é que você não me trai porque eu te amo. E eu não disse, mas a questão, para variar, estava longe de ser essa. E eu tinha tanto, tanto para dizer: mas nós não tínhamos um relacionamento aberto, nós não aceitamos que é normal sentir desejo por outra pessoa, de que vale ter um relacionamento aberto com alguém que não vai te amar se você se atrair por outro. Mas o maior problema não chega nem a ser esse, porque o problema não é o relacionamento aberto. O problema é que o amante é o foco, o foco para decidir o continuar ou não continuar, para decidir o amor. Mas eu só disse: mas problema não é esse... No entento eu entendo, eu entendo que você me traia, afinal, estou muito ocupado com o trabalho, te deixo sempre sozinha. Me deixar sempre sozinha. E o foco é o trabalho. Porque se por um lado o meu problema não era o relacionamento aberto, pelo lado dele o foco não era o amante, nem o amor, mas o trabalho.
Eu tento balbuciar algumas palavras e, com medo de parecer ridícula, acabo parecendo infantil balbuciando frases mal formuladas cortadas por silêncios estúpidos. Eu estou de luto. Quem morreu? Ninguém morreu estou de luto pelo nosso relacionamento. Por quê? Porque eu sinto que ele vai terminar e que mesmo que eu ficasse aqui ele também terminaria. Por quê ele terminaria? Não sei. Você sabe. Eu acho... que não me agrada muito a maneira que você me ama, pra mim é como se o relacionamento já tivesse terminado. E eu não disse, mas é que ele me ama como um homem, eu sou um apêndice da vida dele: depois do trabalho, depois da carreira, ele quer me ver depois do trabalho, antes de ir ao trabalho fazemos sexo, não podemos patinar porque ele trabalha, ele quer dormir porque está cansado por causa do trabalho, ele me liga durante ou depois de haver terminado o trabalho. Ele se levanta para procurar a camisa, que ele veste, e o celular, que ele coloca para despertar cedo, pois deve trabalhar amanhã. Deita de novo, sem me tocar. Então o nosso relacionamento terminou? E eu digo que ele não entende nada, o que ele deve ter entendido como “você é burro” ao invés de pensar que existem muitas coisas que eu quero dizer, que eu quero resolver, que eu quero que nós sejamos. Como há alguns minutos quando ele ainda estava sendo carinhoso e me olhava com os olhinhos lindos e inocentes que ele têm, com um formato que eu ainda não consigo descrever. Ele piscava, piscava, piscava e pergunta o que você está pensando? Eu pensava em nós dois, em quanto o amava, em quanto me deprimia ter feito tantos planos, que eu estaria satisfeita se nós vivêssemos uma vidinha juntos, com uma casinha, com filhos, mas aí tem as aspirações dele, tem o trabalho, tem o exterior e porque eu não penso assim também, meu deus? Por que eu não desejo isso também? Por que para mim é tão fácil aceitar nada? Eu respondi: é muito complexo o que eu estou pensando. O que ele deve ter entendido por “você não vai entender porque é burro”. Mas ele não vai entender o que eu estava pensando, assim como não vai entender o que eu estou pensando, porque ele só entende as coisas do ponto de vista dele, que só tem vontade de ser algo, de ser artista, de ser reconhecido pelo trabalho. Não vai entender porque vai pensar que eu quero que ele desista de tudo para ficar comigo quando o que eu teria gostado é que ele não quisesse o que ele quer e que me quisesse.
Eu nem termino de pensar e ele já está dormindo. Suponhamos que ele tenha entendido tudo errado – que foi o que aconteceu – suponhamos que ele tivesse entendido eu ter dito “você é burro”. Creio que a reação não seria dormir. Mas eu esqueci que ele é um homem, é só um homem tem a capacidade de ficar na mesma cama que um inimigo. E ainda dormir tranquilamente. Eu tenho essa capacidade à custa de me metralhar inteira por dentro. Então esboço um choro rápido e profundo no escuro, aqueles que duram cinco segundos e cujas lágrimas nem chegam a escorrer, como soluçar para dentro. Levanto e vou ao banheiro acabou, acabou, acabou ...
Eu-Gaiola
E Paris é menor que o quarto
no qual eu durmo.
Não serei amada como desejo
Porque não desejo sempre ser
amada do mesmo modo.
A vida está na cidade
ou sou eu que deveria
ser a vida da cidade?
Duvidando se é minha a culpa
ou se dos outros,
Caminho incriminando todos.
Sem talento, sem vontade,
Observo quem dorme
e não entendo como podem
Desejo que apenas meu olhar
os acorde.
Porque sou uma unidade funda
Profunda e densa
de puro nada
Suis-je un génie?
Salvador Dalí
Qual é a diferença entre aquele que acredita ser um gênio e aquele que quer que os outros o considerem um gênio?